Todos sabemos que los reyes del vuelo a vela son los alemanes, pero esto no es de hoy sino que se remonta a los años en que Alemania se recuperaba de la primera guerra mundial y los nazis ascendían al poder. Debido a las duras restricciones militares impuestas por el Tratado de Versalles, Alemania se vio privada de la posibilidad de poseer una flota aérea "motorizada" de ningún tipo que no fuera civil, ante esta medida los alemanes se veían imposibilitados a crear ninguna escuela de pilotos militares ya que una masiva formación de pilotos "civiles" hubiera despertado la alarma de sus "vencedores" vecinos. Para solventar ese problema los nazis crearon cientos de "centros juveniles" de vuelo a vela, donde se ofrecía a los jóvenes que soñaban con ser piloto la posibilidad de instruirse en las nociones más puras y básicas del vuelo.
Joven alemán preparado para levantar el vuelo.
Poco a poco estos "clubs" fueron creciendo con miles de jóvenes entusiasmados por volar, convirtiéndose el vuelo a vela en un deporte nacional y donde los records de permanencia en vuelo se batían por semanas o días, cientos de campeonatos se celebraban por todo el país y Alemania se convertía en la potencia mundial del vuelo a vela, Alemania era surcada por miles de pájaros silenciosos de madera, planeadores como el Hols der Teufel, Rheinsperber y el Grunau baby eran los reyes del cielo.
Claramente, detrás de esta inofensiva afición deportiva de la juventud alemana se escondía el oscuro propósito del partido nazi por instruir a los futuros pilotos de combate que pasarían a formar parte de las primeras filas de la Luftwaffe que por aquellos días se encontraba paralelamente en desarrollo por la rama secreta del ministerio del aire llamada Fliegerschaft, formada por las viejas glorias de la primera guerra mundial.
Un Rheinsperber listo para volar
Adolf Galland bajando de su planeador motorizado por Daimler Benz
Bueno, bueno, tengo el enorme placer de ser el primero en comentar en este blog :) Enhorabuena por la decision de empezarlo. Nos pasamos la vida leyendo, y que pocas personas decidimos dar el paso al otro lado y escribir. Un saludo camarada aviador!
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